domingo, 22 de abril de 2007

Que le pasa al mundo

En la actualidad hasta los niños conocen lo que es y lo que no es malo, el porque de las cosa y la que no, la preguntan, no se quedan con ninguna duda. Sin embargo personas mayores se hacen los ciegos, para no admitir la realidad, la caótica situación mundial, específicamente me refiero a que el famoso presidente de los Estados Unidos, George W. Bush. Bueno esa fama se la dio el mismo, pero todos lo conocen pero por su mala fama, porque nunca a tenido nada de buena. El caso es que ahora le ha dado por convertir los alimentos en biocombustibles, ¡ya esto es el colmo! con la cantidad enorme de personas en el mundo mueren de hambre. En vez de ayudarlas, como Cuba lo hace solidariamente con los países que lo necesiten, sin ese interés de destruir y de beneficiarse, solo de ayudar a las personas que lo necesitan. Sin embargo ellos en su propio país tienen personas necesitadas, y tampoco les brindad ayuda, no le importa si tienen hambre o si tienen frío. El ejemplo más reciente, hace unos años con el fenómeno natural que afectó grandemente a una parte del territorio estadounidense, “el Katrina”, donde aún en la actualidad muchas personas de las danificadas están aún necesitadas, sin embargo, cuando Cuba les brindó ayuda médica-sanitaria desinteresada, el gobierno la rechazó, pero no solo eso, sino que ellos mismos no le han dado la más mínima atención a esas personas. Eso, a este "asno con garras" y a su camarilla de la mafia no les importa, ellos sólo piensan en enriquecerse a costillas de las personas necesitadas y pobres. No le importa que sea un niño, un anciano o una embarazada, no, lo de ellos solo es "ser cada vez más ricos, y que los pobres sean cada vez más pobres". Bush, al igual que sus secuaces, son todos inhumanos, ambiciosos, pero "el que mucho abarca, poco aprieta". Las personas como él sólo nacen para hacer daño, son débiles de mente, no piensan por si mismos, tienen a los mal llamado tanques pensantes, que no son más que otros sanguinarios, bestias, criminales, terroristas que solo les interesa el dinero, al precio que sea necesario; con guerras, asesinatos a inocentes como muchos de los que tienen en la Base Naval de Guantánamo a base de abusos y torturas. ¿Es que acaso nadie se da cuenta? las organizaciones internacionales, como la ONU. El gran daño que están haciendo a la humanidad. Nadie se atreve a enfrentarlos, solo Cuba, un país tan pequeño que ha resistido durante 48 años, casi 50 décadas resistiendo y combatiendo todas las patrañas contra nosotros. Venezuela que se ha levantado con el ALBA “para todos los tiempos”, y Bolivia que también se ha unido en esta lucha, porque “un mundo mejor, es posible”. Y con esto queremos que se sigan uniendo más países, que sabemos que muchos nos admiran por todo lo que hemos hecho y seguimos haciendo, pero no solo nos admiren por nuestra rebeldía. Los convocamos a que se nos unan para ponerles fin a todos esto. No permitamos más abusos, más atropellos, más muertes. No a la guerra. Somos libres de hacer lo que queramos, en nuestros países, no le sigan el juego a los Estados Unidos, aprendan a decir ¡NO! Y únanse junto a todos los que luchamos por una causa justa, por el bien de la humanidad, con lo que luchan por los pobres y con los pobres. El biocombustible o etanol como quieran llamarle, lo van a tener que sacar de otras cosas, no se de que, pero tendrán que inventar más de lo que ya han inventado. No podemos dejar que sigan acabando con la humanidad quitándole la comida para hacer combustible, ni los bosques, ni el césped, para que haya más desertificación y erosión de los suelos, para que haya más calentamiento en la atmósfera, y ocurran cosas peores que al ritmo que van será la mayor catástrofe, porque habrán mas ciclones, olas gigantes o tsunamis, y muchos fenómenos naturales, la naturaleza está cobrando bien caro todo el daño que le han hecho y le siguen haciendo. Ya han muerto muchas personas, como consecuencia de todos los errores cometidos por mucha gente que se creen dueños del mundo, nosotros cada ser humano que vive en este mundo, es dueño de él y tiene el deber de cuidarlo como cuida lo suyo, como cuida cada cual a sus hijos. Por eso, es ¡ahora o nunca!, tenemos que unirnos lo más que podamos, darle frente a la situación que nos está afectando a todos, tanto a los ricos como a los pobres. Abran de una vez los ojos, y no lo cierren jamás, conservemos lo que queda y lo que tenemos, para que en el futuro, que está aún en peligro, nuestros hijos puedan disfrutar y vivir libres y sanos.

1 comentario:

Cuba en Sucesión dijo...

Extractos de “La Futura Esclavitud”,
tratado escrito por el filósofo inglés Robert Spencer

Esa futura esclavitud, según Spencer, es el socialismo.
Juzga Spencer como victorias crecientes de la idea socialista, esa nobilísima tendencia nacida de todos los pensadores generosos, que ven como el justo descontento de las clases pobres les lleva a desear mejoras radicales y violentas, y no hallan más modo natural de curar el daño de raíz, que quitar motivo al descontento.

So pretexto de socorrer a los pobres, se convierte en pobres a los que no lo son. Si los pobres se habitúan a pedirlo todo al Estado, cesarán a poco de hacer esfuerzo alguno por su subsistencia.

Las intervenciones del Estado las juzga Herbert Spencer como causadas por la marea que sube, e impuestas por la gente que las pide, como si el loabilísimo y sensato deseo de dar a los pobres casa limpia, no hubiera nacido en los rangos mismos de la gente culta, sin la idea indigna de cortejar voluntades populares.

Teme Spencer, no sin fundamento, que al llegar a ser tan varia, activa y dominante la acción del Estado, habría este de imponer considerables cargas a la parte de la nación trabajadora en provecho de la parte páupera (pobre).

Predicar como justicia de que la tierra pase a ser propiedad de la nación, formando ejércitos industriales y agrícolas conducidos por el Estado, necesitará que el Estado organice el cultivo forzoso.

Semejantes empresas aumentarían, de terrible manera, la cantidad de empleados públicos y con cada nueva función, vendría una casta nueva de funcionarios.
¡Mal va un pueblo de gente oficinista!
Todo el poder que iría adquiriendo la casta de funcionarios, ligados por la necesidad de mantenerse en una ocupación privilegiada y pingüe, lo iría perdiendo el pueblo, que no tiene las mismas razones de complicidad en esperanzas y provechos, para hacer frente a los funcionarios enlazados por intereses comunes. Como todas las necesidades públicas vendrían a ser satisfechas por el Estado, adquirirían los funcionarios entonces la influencia enorme que naturalmente viene a los que distribuyen algún derecho o beneficio.

El hombre que quiere ahora que el Estado cuide de él para no tener que cuidar él de sí, tendría que trabajar entonces en la medida, por el tiempo y en la labor que estimase el Estado asignarle, puesto que a este, sobre quien caerían todos los deberes, se darían naturalmente todas las facultades necesarias para recabar los medios de cumplir aquellos.

El trabajador pasaría a ser siervo del Estado. De ser esclavo de los capitalistas, como se llama ahora, iría a ser esclavo de los funcionarios.

Esclavo es todo aquel que trabaja para otro que tiene dominio sobre él; y en ese sistema socialista dominaría la comunidad al hombre, que a la comunidad entregaría todo su trabajo.

Y como los funcionarios son seres humanos, y por tanto abusadores, soberbios y ambiciosos, y en esa organización tendrían gran poder, apoyados por todos los que aprovechasen o esperasen aprovechar de los abusos, y por aquellas fuerzas viles que siempre compra entre los oprimidos el terror, prestigio o habilidad de los que mandan, este sistema de distribución oficial del trabajo común llegaría a sufrir en poco tiempo de los quebrantos, violencias, hurtos y tergiversaciones que el espíritu de individualidad, la autoridad y osadía del genio, y las astucias del vicio originan pronta y fatalmente en toda organización humana.

La miseria pública será, pues, con el socialismo a que todo parece tender, palpable y grande. El funcionarismo autocrático abusará del pueblo. Lamentable será, y general, la servidumbre.