miércoles, 23 de mayo de 2007

Nadie quiere agarrar el toro


• Si se fuera a buscar un respiro para la humanidad y darles una oportunidad a la ciencia y a la dudosa cordura de los que toman decisiones, no era necesario privar de alimentos a las dos terceras partes de los habitantes del planeta El 28 de marzo, hace menos de dos meses, cuando Bush, después de una reunión con los principales fabricantes norteamericanos de automóviles, proclamó su diabólica idea de producir combustible a partir de los alimentos, escribí la primera reflexión. El jefe del imperio se jactó de que Estados Unidos, usando el maíz como materia prima, era ya el primer productor mundial de etanol. Cientos de fábricas se construían o ampliaban en su territorio con tal propósito. Por esos días los países industrializados y ricos estaban acariciando ya la misma idea, mediante el empleo de todo tipo de cereales y semillas oleaginosas, incluidas las de girasol y soya, fuentes de excelentes proteínas y aceites. Por ello escogí el título de aquella reflexión: "Condenados a muerte prematura por hambre y sed más de 3 mil millones de personas en el mundo." Los peligros para el medio ambiente y la especie humana eran un tema en el que venía meditando durante años. Lo que no imaginé nunca era la inminencia del riesgo. No se conocían todavía los nuevos datos de la ciencia sobre la celeridad de los cambios climáticos y sus consecuencias inmediatas. El 3 de abril, después de la visita de Bush a Brasil, escribí mis reflexiones sobre "La internacionalización del genocidio." Advertí, al mismo tiempo, que las mortíferas y sofisticadas armas que se estaban produciendo en Estados Unidos y otros países podían poner fin a la vida de la especie humana en cuestión de días. Si se fuera a buscar un respiro para la humanidad y darles una oportunidad a la ciencia y a la dudosa cordura de los que toman decisiones, no era necesario privar de alimentos a las dos terceras partes de los habitantes del planeta. Hemos suministrado datos sobre el ahorro que significa la simple sustitución de bombillos incandescentes por bombillos fluorescentes a partir de cálculos aproximados. Son cifras seguidas por 11 y 12 ceros. La primera se corresponde con cientos de miles de millones de dólares en ahorro de combustible cada año, y la segunda con millones de millones de dólares en la inversión necesaria para producir esa electricidad simplemente cambiando bombillos, lo que significa menos del 10 por ciento del conjunto de gastos y considerable ahorro de tiempo. Con toda claridad hemos expresado que las emanaciones de CO2, aparte de otros gases contaminantes, conducían aceleradamente a un cambio climático rápido e inexorable. No eran temas fáciles de abordar, por su contenido dramático y casi fatal. La cuarta reflexión se tituló: "Lo que se impone de inmediato es una revolución energética." Una prueba del derroche de energía en Estados Unidos y de la desigualdad de su distribución en el mundo es que en el año 2005 en China había menos de 15 automóviles por cada mil habitantes, en Europa 514 y en Estados Unidos 940. Este último país, uno de los territorios más ricos en hidrocarburos, hoy sufre un gran déficit de petróleo y gas. Estos combustibles, decidió Bush, hay que extraerlos de los alimentos que se necesitan para los estómagos cada vez más hambrientos de los pobres de la Tierra. El Primero de Mayo del 2006 finalicé mi discurso ante el pueblo con las siguientes palabras: "Si los esfuerzos que hoy Cuba realiza los llevaran a cabo todos los demás países del mundo, ocurriría lo siguiente: "1º Las reservas probadas y probables de hidrocarburos durarían el doble."2º Los elementos contaminantes que hoy lanzan estos a la atmósfera se reducirían a la mitad."3º La economía mundial recibiría un respiro, ya que un enorme volumen de medios de transporte y equipos eléctricos deben ser reciclados."4º Una moratoria de 15 años sin iniciar la construcción de nuevas plantas electronucleares podría ser proclamada." El cambio de bombillos fue lo primero que hicimos en Cuba, y hemos cooperado con varios países del Caribe para llevarlo a cabo. En Venezuela, el Gobierno ha cambiado 53 millones de bombillos incandescentes por fluorescentes en más del 95% de los hogares que reciben electricidad. Las demás medidas de ahorro de energía se llevan a cabo resueltamente.Todo lo que expreso ha sido probado. ¿Por qué se escuchan nada más que rumores sin que las direcciones de los países industrializados se comprometan abiertamente con una revolución energética, que implica cambios de conceptos e ilusiones sobre crecimiento y consumismo que han contagiado a no pocos países pobres? ¿Existe acaso alguna otra forma de enfrentar los gravísimos peligros que amenazan a todos? Nadie quiere agarrar el toro por los cuernos.

Fidel Castro Ruz

22 de mayo del 2007

5:10 p.m.

1 comentario:

Cuba en Sucesión dijo...

Elecciones en Cuba

El Partido Comunista de Cuba, excrecencia y opresión de la nación cubana, no puede ser una organización con propósitos electorales. Esa es la diferencia abismal, con las organizaciones de igual nombre (me refiero al nombre de Partido, no al de comunista) que existen en el resto del mundo.

Comparar al Partido Comunista de Fidel Castro, con el Partido Revolucionario de José Martí, es faltarle el respeto a la historia de la nación cubana.El PC surgió de una imposición, por la fuerza, de solo algunas de las organizaciones que lucharon contra la dictadura batistiana.

El Partido Comunista de Fidel Castro ha sido incapaz de dirigir a la nación cubana hacia días de prosperidad y ha sumido al país en una miseria de proporciones astronómicas, siendo la injusticia social una de sus más connotadas características.

El papel de éste partido se manifiesta en la coacción de las masas. La farsa electoral se repite cuando al Partido Comunista le viene en ganas, violando incluso la propia “Constitución” de Blas Roca.
El “Partido” no postula, ni elige, en fin, no hace más que ver como se desenvuelve la farsa electoral, supervisando, tras bambalinas, que los miles de hombres y mujeres que vayan a ocupar los cargos representativos, se encuentren en disposición de aceptar, incondicionalmente, los ordeno y mando del “Máximo Líder”.
Jamás dichos personajes, que no representan a ningun cubano, há tenido la osadía de retirarle el mandato a ningún dirigente, sin antes haber recibido las orientaciones, al respecto, del Comandante en Jefe.
En cada uno de los “sufrágios” celebrados hasta la fecha, el Partido ha ejercido una presión (siempre por debajo de la mesa) para que de ésta forma resulten electos aquellos personajes que se aviene a sus conveniencias.

Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) que, dicho sea de paso, aparenta o pretende ser una organización no gubernamental (ONG) y que posee una historia bien triste, es la encargada de llevar a vías de hecho tan miserable papel.
Todo el conjunto es una patraña bien urdida. El Consejo de Estado (todos son del Partido Comunista) convoca a elecciones y designa a los integrantes de la Comisón Electoral Nacional.

A quienes designará ésta “Comisión”, que a su vez escoge a las autoridades electorales provinciales?
De ésta forma se va componiendo la tramoya hasta llegar a las circunscripciones y los colegios electorales. En ninguno de esos momentos el “Partido” toma desiciones. Para que, si ya la tomó desde el inicio? Es el desgobierno el que organiza las elecciones, el pueblo solo vota. Eso no es democracia.
Eso se llama dictadura totalitaria disfrazada para engañar a los que se dejen.

Las elecciones en otros países no dejan de tener errores, mañas y marañas, pero las hacen más potables. Por lo menos los dirigentes cambian de cuando en cuando.
En Cuba se eternizan.

Cuba vivió 56 años de experiencia en democracia representativa y tuvo un desarrollo socio-económico (aunque en los primeros 50 años del siglo XX no haya logrado salir del subdesarrollo) muy superior a los de la experiencia de cuarentaitantos años de dictadura totalitaria. En la segunda mitad tampoco lo logró y al paso que va, Fidel Castro podrá enorgullecerse de llevar al país a un estado de calamidad solo comparable con Haiti.

Cuál es el modelo a seguir? El del totalitarísmo? Para que, si con ese modelo las personas cada día son más pobres y miserables.
Si cada pueblo pudiese elegir el sistema político que le resulte más conveniente, al pueblo de Cuba se le debería dar esa oportunidad que jamás há tenido desde que Fidel Castro se impuso por la fuerza, traicionando una revolución que pretendía poner término a la dictadura de Fulgencio Batista y lo menos que podía imaginar (el pueblo) que a esa dictadura le sucedería otra peor y más sangrienta.

El sistema político de la República de Cuba no há sido escogido por votación libre popular. La elección de los delegados de circunscripción, como se realiza en Cuba es una muestra de la capacidad de un gobierno totalitario para proponer, postular y revocar a sus dirigentes cuando le venga en ganas, haciendo, de un proceso electoral, otra más de sus farsas.